Tuesday, January 25, 2011

Ticket al infierno…

Por Ana Salazar Cabarcos
Anoche no pude dormir atormentada por las pesadillas, no sé si tuvieron algo que ver la media docena de tacos al pastor que me cené.
Soñé que me iba al infierno; era una cueva macabra como las que salen en las películas de El Santo, “El enmascarado de plata”. Oscura, con telarañas y murciélagos papaloteándome sobre la cabeza. En lo profundo de la cueva salían llamas rojas y espantosas, hacía un calor insoportable, sudaba a chorros y allí comprendí lo que han de sentir los borregos cuando los meten al hoyo para hacerlos barbacoa…pobres…no vuelvo a comer barbacoa. De pronto, de entre las llamas se apareció el “Chamuco”, con unos cuernotes más grandes que los que a mí me pusieron, coloradote como tomate, más apestoso que mis tenis, más peludo que mi ex suegra… ¡qué horror! Quise correr pero me atrapó con su mano garruda y me abrazó, y en un  claro caso de “sexual harassment” me comenzó a dar de lengüetazos por el cuello y la cara, su lengua se sentía chiclosa, viscosa (me recordó a un novio que tuve en la “secu”), pero el colmo fue cuando me quiso besar de a lengüita… ¡comencé a gritar como loca, a patear!...en eso desperté toda agitada, angustiada… ¿y quién estaba allí a mi lado? ¡Mi perro! Sí, mi perro lamiéndome la cara.
Ese no es el infierno, el infierno está escondido en nuestro mundo real: bajo el manto de la soledad, de la angustia, de la inconformidad, de la ignorancia y la soberbia. Con el “Chamuco” convivimos todos los días en sus diversas presentaciones: algunas de ellas con empaque de lujo. El infierno lo creamos nosotros con las acciones diarias: a base de egoísmo, avaricia, de  maldad…con tantas mentiras.
“I have a dream”… poder atrapar tanta felicidad como me quepa dentro del espíritu; para poder compartirla con los demás,  tener una fe inquebrantable, un alma noble, ser transparente,  albergar toda la compasión,  humildad y  amor posibles dentro de mi corazón…. ¡fabricar mi propio cielo!
Me están dando retortijones… sigue la venganza de los tacos de anoche…. Quizás fue culpa de la salsa que estaba más ardiente que el mismísimo infierno.

1 comment:

  1. Que bueno que regresas a la acción, amiga, como siempre es un placer leerte. Yo también estoy empezando a digerir algo para plasmarlo en mi blog. Saludos.

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